Son de color chocolate, se ablandan con el calor y si se ponen en el horno, explotan con gran furor.
Fruto seco por excelencia del otoño, proviene del castaño, floreciendo en julio y recogiéndose el fruto en otoño. Comer castañas forma parte de fiestas tradicionales como la «Castanyada» en Cataluña o noche de los Finaos en Canarias en la noche de Todos los santos.
Las castañas, son ricas en almidón, siendo un hidrato de carbono que proporciona energía mantenida, debido a que se absorbe lentamente, manteniendo los niveles de glucosa en sangre estables, evitando la aparición de la sensación de hambre.
¿Se pueden consumir en una dieta de adelgazamiento?
Comer unas cuantas castañas puede evitar la ingesta de otros alimentos superfluos, ricos en grasas no saludables y azúcares.
Son alimentos de bajo contenido en grasa y proteínas. Contienen mucha agua en comparación a otros frutos secos y destaca su contenido en potasio y ácido fólico.
100g de castañas son unas 7 unidades y tienen 190 kcal, si tenemos en cuenta que una merienda son unas 250 kcal, todavía nos queda para añadir alguna fruta fresca o algún producto lácteo.
Es un fruto seco indicado para los deportistas, por su contenido en hidratos de carbono. Pero también para añadir en desayunos, meriendas, postres y en los platos principales.
Al comprarlas tenemos que tener en cuenta:
- Conservar en lugar fresco y seco.
- Consistencia dura y color de la piel marrón y brillante.
¿Cómo las cocinamos?
La forma más habitual son a la brasa, guisadas como acompañamiento de un plato, en salsas, repostería, cremas, siendo deliciosa en todas las formas.
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